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domingo, 26 de abril de 2015

Cuenta atrás para El Juego de las Esferas: ¿comunicación instantánea?


Si os habéis preguntado por la inactividad del blog en las últimas semanas, la razón ha sido la frenética revisión de mi próxima novela "El Juego de las Esferas", la segunda parte de la Trilogía de las Esferas.



En las próximas entradas iré filtrando algún material del nuevo libro. De momento, os dejo con un 'teaser' para los fans más 'hard', un texto que irá como apéndice técnico en la novela. Pero no os preocupéis, la novela sigue siendo sobre todo una historia de aventuras y suspense  :-)

Hasta pronto,

  Salvador

P.D. Tomlin Rudenlo es un personaje de la novela. R.L. Backward es el nombre casi ficticio de un físico, y el artículo que se menciona es inventado (al menos hasta donde yo sé). Podéis encontrar más explicaciones sobre la Relatividad en esta entrada.


Notas de Tomlin Rudenlo sobre el artículo de R. L. Backward: “Comunicación instantánea mediante taquiones”

Backward parte de la interpretación clásica de la Teoría de la Relatividad de Einstein: la materia ordinaria no puede superar la velocidad de la luz. Si imaginamos todos los posibles movimientos en línea recta de un objeto a partir de una posición en el espacio y el tiempo (punto central), estos movimientos deben caer dentro de un cono orientado hacia el eje del tiempo.

Cuanto más rápido se mueva el objeto, mayor trecho de espacio cubre en una unidad de tiempo y su línea de movimiento tiene menor inclinación, hasta llegar a la línea que representa la luz, de la cual no puede bajar.
Sin embargo, si existieran las partículas hipotéticas conocidas como taquiones, de masa imaginaria, se moverían siempre más rápido que la materia ordinaria y que la luz, siguiendo líneas con mayor inclinación. Además, según se sigue de las ecuaciones, su movimiento sería inverso en el tiempo.

La teoría de Backward es que podemos combinar la transmisión de señales mediante ondas electromagnéticas normales (que viajan a la velocidad de la luz) con el envío de partículas taquiónicas para conseguir la comunicación prácticamente instantánea entre lugares alejados, sin producir paradojas.
En la comunicación lumínica ordinaria las ondas electromagnéticas (formadas por fotones) viajan a la velocidad de la luz entre un lugar y otro. Cuando recibimos la respuesta a un mensaje ha pasado un tiempo considerable. Por ejemplo, si enviamos un mensaje a una estrella situada a 5 años-luz, la contestación tardará al menos 10 años en llegar hasta nosotros.


Sin embargo, si para la comunicación de vuelta utilizamos taquiones que viajen a una velocidad justo por encima de la luz (pero hacia atrás en el tiempo), la respuesta llegará poco después de que hayamos enviado el mensaje original (figura izquierda).

Como los taquiones no pueden moverse más lento (con mayor inclinación) que la luz, evitamos que su movimiento hacia atrás en el tiempo sea demasiado rápido. Como consecuencia, no es posible que lleguen antes de que salga el mensaje original (figura derecha), soslayando así posibles paradojas causales.